La cualidad más importante en los alumnos es el respeto y su actitud atenta, relajada y alegre. La Escuela Hatha Yoga Shánkara ha sido creada para encontrar un lugar de Paz y Tranquilidad.
Antes de comenzar la Práctica lee con detenimiento las normas que están en la App/Web de Reservas así como el contrato que tienes que firmar para acceder a las clases para que la relación entre alumnos y profesores, así como entre alumnos, sea la mejor posible sin malos entendidos y que nos ayude en la Práctica de Yoga. Si no entiendes algo comunícanoslo.
Al entrar en la Escuela ten en cuenta que la práctica que realizamos se dirige a la concentración y la interiorización por lo que la puntualidad y una actitud de silencio y atención relajada y alegre serán de ayuda, así como una actitud de respeto hacia los demás alumnos y profesores. Se pretende integrar esta actitud yóguica en todos los momentos de nuestro día a día. Por lo que realizarlo durante el tiempo que estáis en ella será el comienzo de un hábito que nos acercará a crecer y evolucionar hacia la mejor versión de nosotros mismos.
Si por cualquier motivo llegas tarde, entra sin prisas y con respeto, colócate en una esterilla e intégrate en la sesión.
El pago de la mensualidad implica la aceptación de las normas que se describen en el vestuario, así como en este documento. Queda reservado el derecho de admisión.
Estas normas son propuestas para el correcto funcionamiento, un mejor aprovechamiento y un mejor funcionamiento de la Escuela.
Si vienes en diferentes horarios o grupos recuerda que tienen prioridad los alumnos que asisten de manera regular a las clases. Por ello, a través de la App/Web de Reservas de la Escuela podrás ver la disponibilidad y reservar las clases disponibles.
Si no puedes asistir en tu horario, por favor, cancela la reserva desde la App/Web de Reservas de la Escuela por lo menos 60 minutos antes de la misma. Las clases que hayas perdido las podrás recuperar en los huecos que encuentres en la App/Web de Reservas de la Escuela. Si tienes algún inconveniente ponte en contacto con nosotros.
Tal y cómo describimos en las normas y contrato de inscripción, es importante que las conozcamos para aconsejarte y buscar soluciones alternativas. Por lo que se espera que el alumno practique siguiendo nuestras indicaciones y dentro de los límites de su propia capacidad física y cuide su propio bienestar físico y mental durante la práctica. Si en algún momento necesita ayuda, brindaremos nuestro apoyo con la mejor de nuestras capacidades. Si estás embarazada o crees estarlo también comunícanoslo.
Si deseas darte de baja de la actividad tienes que comunicarlo claramente por escrito 10 días antes de finalizar el mes (correo electrónico o WhatsApp). Si tiene domiciliación como modo de pago se te anulará la del mes siguiente. En caso de ver devuelto el recibo los gastos bancarios correrán a su cargo.
Al inicio y durante todo el curso, los alumnos que no paguen la mensualidad o la cuota de reserva no se le guardará la plaza. La cuota mensual se tiene que hacer efectiva durante los primeros 10 días de cada mes.
Si vas a estar de vacaciones algunos días del mes avísanos con tiempo (puedes completar los días que vengas con clases sueltas: 10€/clase).
Las fotos que se realizan desde el centro Hatha Yoga Shánkara se utilizan únicamente para la difusión de las actividades de la Escuela. Si no deseas aparecer en ellas, por favor, comunícanoslo.
Para facilitar la enseñanza del Yoga, durante la clase es normal que el profesor necesite tocar alguna parte del cuerpo del alumno para ajustar sus defectos posturales y mostrarle las correcciones necesarias para que la práctica del Yoga sea segura y progrese adecuadamente. Estos ajustes serán siempre los estrictamente necesarios y se realizan siempre desde el mayor respeto y delicadeza para con los alumnos. En cualquier momento, el alumno tiene derecho a pedirle a su profesor que sus ajustes sean exclusivamente verbales.
En el caso de las clases de Yoga para niños y adolescentes (menores de edad), la inscripción en la Escuela por parte de los padres o tutores legales del menor, implica igualmente que han leído, entienden y aceptan expresamente todas las normas de funcionamiento de la Escuela.
Queda prohibido aprovechar el espacio de la Escuela para difundir entre los alumnos información para la promoción de actividades, promociones, servicios o productos ajenos a la Escuela. Si crees que pueden encajar en las actividades de la Escuela, comunícanoslo.
Desde la Escuela no se forzarán las opiniones de los alumnos, se aprecia el hecho de que cada individuo tiene derecho a sus propias opiniones, ideas, y creencias. Así mismo, recordarte que la Práctica del Yoga intenta alcanzar un nivel profundo de la transformación de la personalidad humana, incluyendo actitudes e ideas. Si un alumno no está abierto al cambio, o si las opiniones de un alumno impiden seriamente el proceso de comunicar las enseñanzas yóguicas, el profesor tiene la libertad de rechazar trabajar con esa persona, y si es posible, encontrar una manera amistosa de disolver el vínculo pedagógico.
Los alumnos garantizan y responden de la exactitud, vigencia y autenticidad de los datos personales facilitados y se comprometen a mantenerlos debidamente actualizados.
El alumno declara haber sido informado de las condiciones y normas de la Escuela. La Escuela se reserva el derecho a modificar la presente política y normas para adaptarla a novedades legislativas o jurisprudenciales, así como a las prácticas de la Escuela. En dichos supuestos se anunciarán los cambios introducidos con razonable antelación a su puesta en práctica.
«La sensibilidad en su forma más elevada, es inteligencia.
Si no somos sensibles, a nuestro sufrimiento, al sufrimiento de un grupo de personas, de una raza, a todo sufrimiento, mientras no tengamos una alta sensibilidad, no podremos resolver ningún problema. Y tenemos muchos problemas, no sólo físicos, económicos, sociales, sino también en lo más profundo de nuestro propio ser, problemas que aparentemente, no somos capaces de resolver. No estoy hablando de problemas matemáticos o mecánicos, sino de los problemas humanos: de nuestras penas, nuestra desdicha, de la superficialidad de nuestra mente, de nuestro pensar, de la constante repetición de hábitos, el cotidiano aburrimiento en nuestra vida, la rutina de ir a la oficina cada día durante treinta o cuarenta años. Todos nuestros problemas, tanto los conscientes como los inconscientes, embotan la mente, y así, perdemos toda esa extraordinaria sensibilidad. Cuando perdemos sensibilidad, perdemos inteligencia.»
- Dedicarse con plena conciencia, al servicio que presta a la sociedad, tomando como base de la actuación personal los Yamas y Niyamas.
- Ser respetuoso con: el entorno de la Escuela (el cuidado de las instalaciones, mobiliario, materiales…); profesores y alumnos; así como respetar todas las formas de vida, animal y vegetal evitando causar cualquier tipo de violencia hacia el planeta Tierra.
- Mantener una práctica cuidadosa y un desarrollo profesional con una preparación y formación continuadas, así como de innovación e investigación educativa.
- Mantener una actitud crítica y reflexiva permanente hacia la propia actuación profesional, para garantizar un constante perfeccionamiento en todas las actividades profesionales.
- Desempeñar la actividad con profesionalidad sin ningún tipo de divismo. Desarrollando la humildad y la dedicación a los demás.
- Integridad y fidelidad en la transmisión de las enseñanzas para la conservación de todo aquello que constituye el patrimonio del Yoga.
- Abstenerse del empleo de medios o sistemas de captación, formación o prácticas que en cualquier forma puedan significar manipulación, intimidación o coacción contra personas o grupos.
- La publicidad en la que se ofrezcan los servicios profesionales, será digna y veraz, para que no dé lugar a engaño de practicantes, personas o entidades de cualquier tipo. Asimismo, se evitará toda publicidad comercial que no sea meramente informativa, cumpliendo con la legislación vigente.
- Tratar a todos los alumnos con total ecuanimidad, sin aceptar ni permitir prácticas discriminatorias por motivos de, sexo, raza, religión, opiniones políticas, origen social, condiciones económicas, nivel intelectual, condición física, salud, etc.
- Establecer con los alumnos una relación de confianza comprensiva y exigente que fomente la autoestima y el desarrollo integral de la persona, así como el respeto a los demás.
- Compartir conocimientos y experiencias con los alumnos con objetividad y con apego a la verdad.
- Derivar al profesional correspondiente (médico, psicólogo…) aquellos alumnos con problemas de salud y orientarles en cómo dirigir la práctica de Yoga. Sin atribuirse funciones que no le corresponden.
- No exigir obediencia, ni forzar ya que el papel del profesor de Yoga es: orientar sin imponer, ayudar, motivar y animar.
- Mantener la discreción y secreto profesional ante cualquier información personal que le hayan hecho sus alumnos confidencialmente.
- Atender de manera diligente, precisa y exhaustiva inquietudes, dudas y preguntas de los alumnos.
- Comunicar con antelación suficiente la interrupción de sus servicios salvo que las circunstancias lo impidieran.
- No utilizar adoctrinamiento ideológico, de tipo político, esotérico o religioso que sea coercitivo e impida el libre y responsable desarrollo de la persona. Ni limitar la capacidad de comparación, documentación o libre elección y expresión del alumno.
- Los profesores de Yoga nunca forzarán sus opiniones sobre los alumnos, así aprecian el hecho de que cada individuo tiene derecho a sus propias opiniones, ideas, y creencias. Así mismo, los profesores del yoga deben comunicar que el yoga intenta alcanzar un nivel profundo de la transformación de la personalidad humana, incluyendo actitudes e ideas. Si un alumno no está abierto al cambio, o si las opiniones de un alumno impiden seriamente el proceso de comunicar las enseñanzas yóguicas, el profesor tiene la libertad de rechazar trabajar con esa persona, y si es posible, encontrar una manera amistosa de disolver el vínculo pedagógico.
- No mantener relaciones impropias, entendiendo éstas, como el abuso de la natural transferencia que pueda darse en la relación profesor/alumno/a.
- Evitar toda manifestación pública de pretendidos conocimientos secretos, poderes psíquicos o extra naturales, energías misteriosas o pretensiones de “exclusividad” en su verdad o conocimientos, fuera de los cuales sólo existe el error.
· Mantener una actitud de fraternidad, comprensión y respeto con otras líneas de actuación profesional dentro del Yoga.
Los Yamas y Niyamas son dos aptitudes, precisamente los dos primeros escalones porque son fundamentales dentro de los ocho pasos del Yoga, que conforman el Ashtanga Yoga de Patanjali, son normas que permiten al yogui estar en armonía con él, con los demás y con la sociedad.
Consideramos importante la formulación y la publicación de estas pautas éticas como parte del esfuerzo en ayudar a preservar la herencia tradicional del Yoga y a mejorar la calidad de la enseñanza y de la práctica del Yoga en el mundo moderno.
Es importante también aclarar que, debemos considerar el contexto cultural actual, que difiere de algunas maneras en las condiciones de la India premoderna. Como sería muy extenso sólo os las vamos a enumerar.
Los Yamas son las cinco actitudes de conducta que armonizan la interrelación social, estabilizan la mente y crean la base de la práctica.
- Ahimsa: no dañar/se conscientemente a todos los seres y cosas.
- Satya: veracidad.
- Asteya: no robar, honestidad.
- Brahmacharia: continencia, equilibrio, no abusar.
- Aparigraha: no acaparar, no codiciar, no ambicionar por consecuencia del apego.
Los Niyamas permiten que nuestra relación con el yo interior sea transparente y sincera para una vida armoniosa y ordenada.
- Saucha: purificación interna y externa, higiene, limpieza.
- Santosha: es la aceptación y el contentamiento con la realidad de cada uno.
- Tapas: esfuerzo, austeridades.
- Swadhyaya: supone la lectura y el estudio de los libros sagrados.
- Ishwara Pranidhana: es vivir constantemente tomando conciencia de la presencia divina.
Los Yamas y Niyamas no sólo es un código sobre la moral natural y las acciones que hacen al yogui apto para cualquier trabajo que se le dé. Es una oportunidad para contextualizarlo en el marco de la práctica de las técnicas del Yoga las cuales te invitan a mirar con atención lo sensible que es la vida que se expresa en ti (Yama) y su profunda eternidad (Niyama).
El resto de los ocho escalones son los siguientes:
- Asana: posturas.
- Pranayama: regulación o control de la respiración.
- Pratyahara: interiorización, control de los sentidos para poder calmar la mente.
- Dharana: concentración mental.
- Dhyana: Meditación es el estado de pensamiento puro y absorción en el objeto de Meditación.
- Samadhi: estado de supra conciencia. Este es el estado de conciencia más profundo y elevado, donde el cuerpo y la mente han sido trascendidos y el Yogi es uno con el Ser.
Aunque en ocasiones los ocho escalones se han interpretado como fases para ser practicadas de forma sucesiva, también pueden ser ordenadas en un círculo, donde cada una favorece y complementa a las demás e impulsa al yogui a lo largo del Sendero del Yoga. Al principio puede parecer difícil de seguir -requiere mucho esfuerzo consciente y voluntad- pero conforme los vas desarrollando, se vuelven habituales y fáciles.